La mayoría de las personas tenemos mucho que conocer sobre cómo nos iremos sintiendo a medida que vamos envejeciendo, desde el funcionamiento de nuestro corazón, la vista, los huesos o incluso nuestra misma piel.
Podemos disfrutar de un cuerpo más saludable sabiendo lo que es natural a medida que envejecemos y lo que no lo es. Al aprender algunos conceptos simples se pueden intentar retrasar o disminuir los cambios en el envejecimiento.
Por ello, es necesario conocer cómo envejecer óptimamente y las nuevas tendencias que acompañan este proceso.
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¿Qué es envejecer?
Una de las definiciones más aceptadas, claras y obvias del envejecimiento en su dimensión biológica se podría definir como un proceso en el que se engloban todos los cambios que ocurren en un organismo a lo largo del tiempo y que llevan a pérdidas o modificaciones funcionales que conducen, casi siempre, a la muerte.
Desde otro punto de vista,envejecer se relaciona con sentimientos negativos como la tristeza y estar limitado o no tener capacidades para llevar una vida activa y útil.
Por ello, la belleza, salud y actividad son parte de los valores que se defienden en la época actual ya que son precisamente estas condiciones físicas las que van disminuyendo a lo largo de la vida. En un nivel cultural, se han creado términos alternativos a la vejez como tercera edad.
¿Cuándo empezamos a envejecer?
Los especialistas afirman que a partir de los treinta años es cuando empezamos a envejecer ya que la masa ósea no aumenta. De igual forma, el cerebro no tiene la misma funcionalidad para aprender. Aparecen los cambios hormonales en mujeres, como la menopausia, y en los hombres disminuye la testosterona.
Más que nada, el envejecimiento es cuando se empiezan a perder la mayoría las funciones vitales: menos neuronas y fuerza muscular. También podemos decir que envejecemos de forma patológica y óptima (lo que se conoce como envejecer saludable).
¿Qué es la longevidad y qué es la esperanza de vida?
La longevidad se refiere a lo que dura la vida, los años que vivimos. La esperanza de vida es la edad media que va a vivir la gente que ha nacido en un determinado período y que se supone que va creciendo año a año. En 2013, la esperanza de vida en España era de ochenta y dos años; este año es de ochenta y ocho años, aproximadamente.
Tipos de envejecimiento
A continuación mencionamos los tipos de envejecimiento:
Primario
El envejecimiento primario significa un proceso de cambios progresivos e inevitables que se presentan en todas las personas a medida que pasa el tiempo. Todo conlleva un deterioro en el funcionamiento general y en la capacidad de adaptación al entorno.
El envejecimiento primario se refiere a todos los procesos no patológicos que se producen como consecuencia de la edad, que se conoce también como envejecimiento normativo.
Secundario
El envejecimiento secundario consiste en cambios causados por factores conductuales y ambientales, diferentes a los procesos biológicos naturales.
El envejecimiento secundario es aquel que se puede prevenir, evitar o revertir, pero esto no siempre es así; la característica clave es no globalizar los procesos que lo componen.
Los principales factores que determinan la parte más importante del envejecimiento secundario son el estado de salud, el estilo de vida y las influencias ambientales.
Terciario
El envejecimiento terciario consiste en las pérdidas rápidas que se producen poco antes de la muerte. Aunque afecta al organismo en todos los niveles, este tipo de envejecimiento es notorio en el ámbito cognitivo y psicológico. Por poner un ejemplo, podemos decir que en los últimos meses o años de vida la personalidad tiende a desestabilizarse.
Patológico
El proceso patológico se puede definir como la aparición de cambios que se producen como consecuencia de enfermedades y malos hábitos, entre otros, y que no forman parte del envejecimiento normal (por ejemplo, cataratas, enfermedad de Alzheimer) y que, en algunos casos, pueden prevenirse o son reversibles.
Afecciones comunes asociadas con el envejecimiento
Algunas de las afecciones más comunes de la vejez son la pérdida de audición, cataratas, dolores de espalda, cuello y osteoartritis, neumopatías obstructivas crónicas, diabetes, depresión y demencia. Por ello, a medida que se va envejeciendo aumenta la probabilidad de experimentar varias afecciones al mismo tiempo.
La vejez también se caracteriza por la aparición de varios problemas de salud complejos que suelen presentarse sólo en las últimas etapas de la vida y que tampoco se enmarcan en categorías específicas.
Este tipo de estados de salud se denominan síndromes geriátricos. Generalmente, son consecuencia de múltiples factores subyacentes que incluyen, entre otros, los siguientes: fragilidad, incontinencia urinaria, caídas, estados delirantes y úlceras por presión.
Los síndromes geriátricos, al parecer, pueden predecir mejor la muerte que la presencia de enfermedades específicas. A excepción de los países que han desarrollado la geriatría como disciplina médica, con frecuencia se dejan de lado en los servicios de salud tradicional y en la investigación.
Factores que influyen en el envejecimiento saludable
Algunos de los factores que influyen en el envejecimiento saludable de las personas mayores son genéticos. También el entorno físico y social son de gran importancia, así como las viviendas, vecindario y comunidades, características personales, el sexo, cultura o nivel socioeconómico.
Este tipo de factores comienzan a influir en el proceso de envejecimiento en una fase temprana. El entorno donde se vive durante la infancia o las características personales tienen efectos a largo plazo en la forma en cómo se envejece.
El entorno, como se mencionó, tiene una influencia esencial en el establecimiento y mantenimiento de estilos saludables. Mantener hábitos saludables, como una dieta equilibrada, realizar actividad física periódica y no fumar contribuye a disminuir el riesgo de padecer enfermedades degenerativas y a mejorar las facultades mentales y físicas.
Es esencial mantener buenos hábitos en la vejez. Mantener la masa muscular mediante entrenamiento y una buena nutrición pueden ayudar a proteger la función cognitiva, disminuir la dependencia y revertir la vulnerabilidad.
También es importante procurar entornos propicios que admitan hacer las actividades cotidianas a las personas, aunque pierdan facultades. Por ejemplo, viviendas y transporte público seguro y accesible.
Diferencia de la esperanza de vida entre hombre y mujeres
La diversidad en la longevidad mundial por sí sola indica que la diferencia de la esperanza de vida entre ambos sexos no es solamente biológica y que hay factores sociales que intervienen. El rango actual de situaciones refleja, en realidad, diferentes etapas de una evolución histórica de tres partes.
Lo más probable es que las mujeres tengan una ventaja biológica que les permita vivir más tiempo, pero en el pasado, en varios lugares, el estado y las condiciones de vida de las mujeres han anulado este beneficio.
Hoy en día, dado el progreso general en las condiciones de vida de las mujeres, no solo han recuperado su ventaja biológica, sino que han ido mucho más allá, ya que tienden a participar en menos comportamientos dañinos para la salud que los hombres y además se benefician más de ellos.
¿Qué factores contribuyen a alargar la esperanza de vida?
Los factores que contribuyen a alargar la esperanza de vida son los siguientes:
- Género. Las tasas de mortalidad de las mujeres son menores que las de los hombres. Las mujeres viven más años que los hombres, en promedio.
- Genética. La genética puede jugar un papel importante en las principales causas de muerte.
- Condiciones prenatales e infantiles. Estas determinarán la vida futura.
- Estado civil. Las personas casadas tienen tasas de mortalidad más bajas que las que nunca se casaron, están divorciadas o son viudas.
- Estatus socioeconómico. A medida que el estatus socioeconómico disminuye, también lo hace la esperanza de vida.
- Educación. Los niveles de educación superior están vinculados a un estatus socioeconómico más alto y ambos están relacionados con una mayor longevidad.
- Etnicidad. La esperanza de vida de las personas migrantes parece variar como resultado de las diferencias promedio entre los habitantes del país acogida y el de origen.
- Estilo de vida. Entre los factores del estilo de vida que afectan a la longevidad se incluyen una dieta poco saludable, ejercicio inadecuado, consumo de tabaco, consumo excesivo de alcohol o comportamientos de riesgo.
- Avances en la medicina. Los avances en medicina y tecnología médica han tenido un gran impacto en el aumento de la longevidad.
Estadísticas de envejecimiento
Estas estadísticas nos ayudan a determinar cuáles son las tasas de longevidad en diferentes partes del mundo:
A nivel mundial
Desde 1980 a la actualidad, el número de personas con 60 años o más se ha duplicado y se prevé que la población mundial mayor de 60 años se triplique y pase de 600 millones a 2.000 millones en el 2050.
En Europa
Según la oficina de estadística de la Unión Europea, las personas de 65 años o más constituyen alrededor del 18,2 % de la población total europea. Se prevé que para el 2050 este porcentaje aumentará hasta un 28,1%.
En España
El 17,3 % de la población total tiene 65 años o más. Un 5,2 % de la población total en España es octogenaria, y de esta población de mayores de 80 años, más de la mitad tiene problemas para realizar las actividades de la vida diaria.
¿Por qué nos da miedo envejecer?
Este temor que perturba la calidad de vida se denomina gerontofobia y está asociada con la dimensión cultural de cada persona.
A pesar de que todos en algún momento envejeceremos, existe un conjunto de prejuicios y discriminaciones culturalmente arraigadas frente a los ancianos. Somos parte de la cultura antiage.
Así, estos prejuicios negativos dicen que los ancianos son enfermos, deprimidos, pobres o que no tienen sexualidad. Los prejuicios culturales contra la vejez, como todos, se obtienen durante la niñez y, con el paso del tiempo, se van desarrollando y asentando.
Gerontofobia
La gerontofobia no significa sólo tener miedo a los signos de envejecimiento y deterioro natural del cuerpo, sino que se ha venido convirtiendo en una especie de tendencia que cobra gran importancia en la actualidad.
Es importante decir que no es solo un malestar superfluo y temor, sino que es un trastorno que exige atención y que, detectado a tiempo, puede ser revertido.
10 alimentos para retrasar el envejecimiento
A continuación proponemos una serie de alimentos recomendados por los médicos para retrasar el envejecimiento:
- Tomate
- Nuez
- Brócoli
- Arándanos
- Ajo
- Espinaca
- Té
- Chocolate
- Aguacate
- Avena
Envejecimiento activo
El envejecimiento activo se construye sobre cuatro grandes pilares, todos de gran importancia, que se clasifican en salud, participación, seguridad y aprendizaje en todas las etapas de la vida.
El cuidado de la salud, tanto en su prevención como asistencial, poder participar sin problemas en la vida comunitaria, tener aseguradas unas condiciones de vida dignas y el acceso a fuentes y lugares de formación continua son condicionantes que permiten el envejecimiento activo.
Una de las peculiaridades más señaladas de la sociedad actual es el cambio acelerado en todos los aspectos. El aprendizaje en todo el proceso de vida, además de estimular la plasticidad cerebral, permite adaptarse convenientemente a esas transformaciones.
El ocio en la vejez
El ocio en la vejez es un privilegio y es importante valorarlo como tal. La etapa de la jubilación implica un incremento considerable del tiempo libre; en un primer momento se sabe que nada impide dedicar al ocio ese tiempo extra recién conseguido.
En una sociedad que vive tan deprisa no faltan razones para celebrar esta etapa; salvo en la niñez, no hay un momento en donde la falta de tiempo no sea motivo de queja recurrente.
A pesar de ello, la llegada de la jubilación se vive en ocasiones con perturbación. Y no es extraño que así lo sea. Por una parte, la identificación de la jubilación con la vejez está presente en la cultura; por otra, la actividad laboral suele considerarse como algo más que una ocupación retribuida.
La cultura del trabajo es uno de los elementos más arraigados de nuestra existencia como seres humanos, visto desde una óptica religiosa.