Con el transcurrir del tiempo llega el momento en que las personas ya no son capaces de valerse por sí mismas, necesitando el cuidado y atención de otros, bien sea familiar o cuidadores, y para ello sea conveniente ingresar una residencia para mayores. Pero, ¿cómo pagarla?
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¿Cuánto cuesta una residencia para ancianos?
Lo primero que hay que hay que saber es el coste promedio de una residencia para ancianos. Sin embargo, influyen muchos factores tales como los servicios que ofrecen, la calidad de sus instalaciones, si son públicas, privadas o concertadas, entre otros.
Como ya se sabe, en España las residencias para ancianos no son económicas. El promedio de su coste mensual es de 1.700€ aproximadamente, con los servicios básicos, y conforme se incluyan más servicios o condiciones de estancia, mayor es el precio, pudiendo alcanzar hasta las 5.000€. Dado su alto precio lo mejor es que tengas en cuenta las recomendaciones y consejos para elegir residencia, para que enviar a tus seres querido a una no se convierta en una ruina.
¿Cómo pagarlas?
Dada la problemática económica que afecta a la gran mayoría de la población, siendo en ocasiones insuficiente la pensión que se obtiene para el pago de los servicios básicos y necesarios, han surgido opciones que permiten pagar las residencias para mayores, tales como la Renta o Pensión Vitalicia Inmobiliaria, la Hipoteca Inversa y el Seguro de Rentas Vitalicias Dinerarias.
Renta o pensión vitalicia inmobiliaria
Es la figura mediante la cual se celebra un contrato en el que la persona que está afectada cede los derechos de propiedad de su vivienda sin menoscabo de los derechos al uso y disfrute, recibiendo como contraprestación una pensión mensual durante el tiempo en que esté viva.
Normalmente suele ser una opción ideal para aquellas personas mayores de 65 años que no tienen ningún tipo de cargas, pudiendo tener una calidad de vida sin tener que dejar su vivienda.
Renta vitalicia Dineraria
Esta figura se materializa a través de una pensión en dinero que recibe la persona por una compañía de seguros como consecuencia del pago de una prima única por una cantidad específica, garantizando a la persona una renta mensual hasta que fallezca.
Hipoteca Inversa
Consiste en el préstamo de dinero, en cuotas mensuales, a una persona que tenga más de 65 años, hasta su fallecimiento. Para ello, da en garantía su propiedad a una entidad financiera o compañía aseguradora.
Estas deudas se acumulan y son cobradas con la propiedad de la persona a su fallecimiento, siendo la principal ventaja el no tener que perder la titularidad de la vivienda ni la obligación de mudarse.
Ayudas económicas fijadas en la ley
Existen casos previstos en la legislación española que brindan beneficios aquellos ancianos que no pueden pagar una residencia, siempre que cumplan con determinadas condiciones, dándole prioridad a aquellas que son dependientes. Conforme al nivel de dependencia tendrá prioridad para acceder a los servicios que prevé la normativa vigente. Si no conoces la ley de dependencia puedes consultarla aquí.
No obstante, pueden tener otro tipo de ayudas distintas a las el pago de una residencia para mayores. Ahora bien, para ser beneficiario se debe presentar una solicitud con la documentación exigida para realizar las evaluaciones técnicas correspondientes y determinar el grado de dependencia así como el servicio que más se ajuste a su necesidad.
Ley de dependencia
Tal como se ha indicado, la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia prevé algunos beneficios conforme al grado de dependencia de la persona, los cuales se describen a continuación:
- Dependencia moderada: son aquellas personas que precisan de una asistencia específica o eventual para labores cotidianas.
- Dependencia severa: entendida como la ayuda que necesitan aquellas personas en sus labores cotidianas de entre dos y tres veces pero que no quieren un cuidador que les asista de manera constante.
- Gran dependencia: este tipo de dependencia hace referencia a las personas que son dependientes en su totalidad por la pérdida de su autonomía, la cual puede ser física, mental y sensorial. De ahí que necesiten de forma constante la presencia de un cuidador para que les asista.
Residencias concertadas
Este tipo de residencias son administradas por empresas privadas, pero la gran mayoría de sus plazas pertenecen a entes públicos, donde una parte suele ser pagada por el residente y otra por la administración pública. Tienen el mismo coste de las residencias públicas y para ingresar deben seguir el mismo procedimiento el cual suele demorar mucho tiempo.