Centros para Mayores

¿Qué son los centros para mayores?

Los centros o residencias para mayores son pequeños hogares donde se les brinda atención y servicio a personas de edad avanzada. Estos centros sirven, en muchos casos, a los mayores como un centro social donde conocen nuevas amistades y se relacionan en un ambiente más distendido.

Ventajas

Muchas son las ventajas que proporcionan a los mayores y algunas de ellas son:

• De manera constante, tienen atención médica de la mano del personal cualificado.
• Se encuentran acondicionadas para satisfacer las demandas que necesite el mayor, bien porque sean dependientes o porque presenten alguna patología.
• De forma permanente las personas residenciadas están supervisadas por el personal competente que atiende el centro para mayores, brindándoles: conversación, actividades recreativas y la atención que quieren.
• También pueden disfrutar de la visita de familiares y amigos, de la misma forma que si estuvieran en su hogar.
• Siempre podrá volver al hogar si lo desea, e incluso en ocasiones salir y compartir con su familia.
• Durante su permanencia en el centro, se le lleva su programa de dietas y suministro de los medicamentos que le hayan sido prescrito por el profesional de la salud. Atención psicológica, social y rehabilitación muscular, entre otros.
• Desarrollo de actividades ocupacionales y culturales para mantener en constante actividad a los residentes en el centro para mayores.
• En general, toda actividad que mantenga activa su capacidad motora y mental con el fin de darle la mejor calidad de vida que merecen los adultos mayores.

Servicios que ofrecen las residencias para ancianos

Dependiendo el tipo de estancia que elijan, esto es, permanentes e indefinidas o temporales, las residencias para ancianos brindan los siguientes servicios:

• Alojamiento en habitaciones personalizadas, seguimiento, control y preparación de las dietas de nutrición.
• Aseo de la habitación, ropa y demás artículos personales.
• Servicios de transporte y telefónico.
• Atención y cuidado personal.
• Administración de medicación, cuidado y atención durante la noche.
• Apoyo en la movilización, terapias.
• Higiene personal (aseo, vestido, estética).
• Atención en los trastornos de comportamiento.
• Atención médica y de enfermería las 24 horas.
• Terapia ocupacional y atención psicológica.

¿Quién puede solicitar plaza en una residencia?

Dependiendo del tipo de residencia que se elige, esto es, pública o privada, podrán solicitar una plaza en estos centros, aquellos adultos que sean mayores de 60 años y gocen de la pensión, en caso de no poseerla debe haber cumplido 65 años de edad.

Residencias públicas vs. Residencias privadas

El ingreso a una residencia pública es más difícil que la de una residencia privada, y precisamente ocurre por la cantidad de plazas disponibles. Esto tiene que ver con el coste que representa para los familiares y el anciano.

Ingresar a una residencia pública puede demorarse hasta dos años, después de cumplir con una serie de requisitos previos y ajustarse a la legislación de la comunidad en la que se encuentre el centro para mayores. Para el caso de las residencias privadas el tiempo de espera es menor, en ocasiones es casi de inmediato.

Por otra parte, y no menos importante, la diferencia entre una residencia pública y otra privada radica en la atención que se le brinda al adulto, la calidad en sus servicios, la atención médica personalizada y la comodidad en las habitaciones y demás espacios o ambientes donde se lleven a cabo las actividades recreativas y de esparcimiento.

Los horarios para cada actividad, los cuidadores cualificados, la seguridad en las zonas de estancia, entre otros, son también elementos a tener en cuenta al momento de elegir la residencia y que, sin lugar a duda, forma parte de las diferencias entre un centro privado y uno público.

Presupuesto promedio

Para una persona con una dependencia moderada, el coste en una residencia privada alcanza alrededor de los 1.700 euros al mes, el cual puede ascender cuando los cuidados son mayores, así como las comodidades que demande.

En el caso de las residencias públicas, el importe es menor a 1500 euros al mes, y en ocasiones si carece de la capacidad de pago, se reduce en un 65 y 80 % de los ingresos.