Las personas mayores experimentan una sensación de frío más intensa que el resto de la población, sin embargo hay muchos factores detrás de esta situación. En este artículo, revisaremos los principales motivos por los cuales las personas mayores sienten más frío que otros grupos de edad. Además, explicaremos las diversas recomendaciones de organismos como la Asociación Española de Geriatría y Gerontología (AEGG) para mejorar el bienestar de la tercera edad.
Índice de contenidos
5 Formas Prácticas de Quitarle el Frío a una persona mayor
1. Prenda de abrigo. La mejor forma de quitarle el frío a una persona mayor es abrigarlo con prendas adecuadas para la estación. Por ejemplo, en invierno se recomienda usar chaquetas de lana, abrigos, bufandas, guantes y gorros, para mantener la temperatura corporal.
2. Calentar la casa. Es importante mantener la calefacción encendida para que el adulto mayor esté cómodo. Se recomienda una temperatura de entre 19-21 grados centígrados para que el organismo pueda funcionar adecuadamente.
3. Utilizar almohadas y mantas térmicas. Las almohadas y mantas térmicas son una forma excelente de mantener el calor corporal. Se recomienda usar almohadas rellenas de fibra para que el adulto mayor esté más cómodo.
4. Beber líquidos calientes. Es importante que el adulto mayor beba líquidos calientes como té, leche caliente o caldos para mantener el calor corporal.
5. Hidratarse correctamente. Mantener una buena hidratación es fundamental para evitar el frío, por lo que se recomienda beber al menos dos litros de agua al día para que el adulto mayor se sienta cómodo.
¿Cuáles son las Enfermedades asociadas con el Exceso de Frialdad?
Enfermedades asociadas con el Exceso de Frialdad:
- Gripe
- Resfriado común
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
- Insuficiencia cardíaca
- Bronquitis
- Asma
- Alergias respiratorias
- Rinitis
- Pneumonía
- Influenza
También se han observado algunas enfermedades psiquiátricas asociadas con el exceso de frialdad, como la depresión, el trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno obsesivo-compulsivo. Estas afecciones pueden provocar síntomas como fatiga, dificultad para concentrarse, irritabilidad y trastornos del sueño.
Además, se ha señalado que el frío excesivo podría tener un efecto negativo en la salud de la piel, como resequedad, sequedad, picazón, descamación y enrojecimiento.
Otra enfermedad relacionada con el frío excesivo es el síndrome de Raynaud. Se caracteriza por episodios de constricción de los vasos sanguíneos en las extremidades, lo que provoca entumecimiento, hormigueo y calambres.
Para más información sobre las enfermedades asociadas con el exceso de frialdad, se recomienda seguir la información oficial de la Agencia Estatal de Seguridad Alimentaria y Nutrición y consultar a un profesional de la salud.
Consejos para Elevar la Temperatura Corporal en Adultos Mayores
Los adultos mayores tienen una temperatura corporal baja que puede afectar su salud. Para ayudar a elevar la temperatura corporal en adultos mayores, se recomiendan los siguientes consejos:
- Vístete con varias capas de ropa, procurando que sea cálida. Lee más aquí
- Consume alimentos calientes como sopas, guisos y caldos. Lee más aquí
- Realiza ejercicio con regularidad. Lee más aquí
- Hazte un masaje con aceite caliente. Lee más aquí
- Bebe infusiones calientes como té, café o chocolate. Lee más aquí
- Evita el consumo de alcohol y tabaco. Lee más aquí
- Mantén una temperatura ambiente de entre 20 y 22 grados. Lee más aquí
Además, es importante que el adulto mayor reciba la asistencia médica adecuada para comprobar que su temperatura corporal es la correcta. Es recomendable que el adulto mayor visite al médico de cabecera una vez al año para realizar un chequeo médico completo, que incluye comprobar la temperatura corporal. Lee más aquí
Conclusión
En conclusión, podemos decir que las personas mayores sienten más frío porque su metabolismo disminuye con la edad, lo que les impide regular la temperatura corporal de manera adecuada. Esto significa que el cuerpo de una persona mayor no genera suficiente calor para mantenerse caliente. Además, suelen tener menos grasa corporal, que es un aislante natural contra el frío. Por lo tanto, es importante que las personas mayores vistan abrigos y ropa abrigada para mantenerse calientes.