Convencer a una persona mayor de ir a una residencia suele ser muy complejo, puesta que esta mostrará resistencia ante la idea. Sin embargo, muchos adultos mayores, en algún momento, necesitan ayuda para realizar su vida diaria y encontrar un sitio seguro donde vivir, por lo que una de las opciones para ello es una residencia para personas mayores.
Ahora bien, ¿qué hacer si una persona mayor no quiere ir a una residencia? En este artículo, haremos una breve reseña acerca de las recomendaciones de los principales organismos que trabajan para garantizar los derechos de las personas mayores, como el Ministerio de Sanidad o la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre los recursos disponibles para aquellas personas mayores que no quieren acudir a una residencia y los pasos que se pueden seguir para buscar una solución adecuada.
Índice de contenidos
¿Cómo intentar razonar con un adulto mayor?
Es normal que un adulto mayor no quiera ni pensar en la posibilidad de acudir a este tipo de centro, por lo que será necesario hacerlo entrar en razón. Por ello, algunas de nuestras recomendaciones son las siguientes:
- Explícale que hay personas profesionales preparadas para cuidar de él.
- Hazle ver que hay residencias de calidad en España que ofrecen todos los servicios necesarios para el cuidado de los mayores.
- Enfatiza que una residencia le ofrecerá compañía y amistad a su anciano.
- Recuérdale que hay actividades recreativas programadas para los residentes de las residencias.
- Háblale sobre la ayuda económica que recibirá si ingresa en una residencia.
- Dale a conocer las ventajas de una residencia como el ahorro de tiempo, esfuerzo y dinero de la familia a cargo.
- Hazle entender que hay equipos médicos calificados para atender sus necesidades de salud.
- Explícale que hay programas de calidad para garantizar el bienestar de los ancianos.
- Hazle entender que hay servicios de rehabilitación especializados para mejorar su calidad de vida.
- Dale a conocer la amplia gama de actividades que se ofrecen en las residencias.
- Recuérdale que hay asesoramiento profesional para ayudar a tomar mejores decisiones.
Consejos para convencer a una persona mayor de ir a una residencia
Cuando una persona mayor se niega a vivir en una residencia, es necesario que los familiares y cuidadores se mantengan tranquilos y que asuman una actitud comprensiva. Existen algunos consejos que pueden ayudar a que esta situación sea más llevadera:
- Explicar los beneficios de vivir en una residencia: es importante que los familiares expliquen cuáles son las ventajas que ofrece la residencia, como la seguridad, la atención médica, la alimentación, el cuidado y la compañía.
- Organizar visitas regulares a la residencia: acuerden visitas regulares a la residencia puede ayudar a que la persona mayor se sienta más cómoda con el lugar.
- Adaptar la residencia lo mejor posible: se recomienda que los familiares hagan todo lo posible para adaptar la residencia a los gustos de la persona mayor. Por ejemplo, añadiendo una alfombra o una mesa de café.
- Buscar ayuda profesional: si la situación se vuelve muy complicada es recomendable que los familiares busquen ayuda profesional. La Red de Cuidados Familiares de la Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad del Ministerio de Sanidad y Consumo ofrece servicios y ayuda para familiares y cuidadores.
Además, es importante que los familiares y cuidadores promuevan el bienestar de la persona mayor, recurriendo a la ayuda de profesionales si es necesario.
¿Cómo lograr el ingreso de un anciano a una residencia contra su voluntad?
Pese a que este siempre debe ser el último recurso, es posible lograr el ingreso de un anciano a una residencia contra su voluntad. Esto es un proceso largo y complejo, en el cual se deben seguir ciertos pasos para llevarlo a cabo, y es necesario contar con asesoramiento legal para evitar problemas posteriores.
En España, el procedimiento para lograr el ingreso de una persona mayor sin su consentimiento se realiza a través de un procedimiento judicial ante el Juzgado de Primera Instancia. Antes de iniciar este proceso, es necesario llevar a cabo los siguientes pasos:
- Solicitar una valoración médica a un equipo sanitario especializado para constatar la presencia de una enfermedad o deterioro de salud.
- Reunir un equipo multidisciplinar que certifique la necesidad de ingresar a la persona mayor en una residencia.
- Solicitar un certificado de aptitud legal que acredite la incapacidad del anciano para tomar decisiones.
Una vez que se han completado los pasos anteriores, el procedimiento judicial para lograr el ingreso de una persona mayor sin su consentimiento consta de los siguientes pasos:
- Presentar una demanda ante el Juzgado de Primera Instancia.
- Citar a una audiencia en la que se le dará la oportunidad al anciano de expresar sus razones.
- Solicitar un informe al Ministerio Fiscal.
- Esperar la sentencia del juez.
- Diligenciar los trámites necesarios para el ingreso de la persona mayor en una residencia.
Conclusión
Si bien es importante respetar los deseos de una persona mayor que no quiere ir a una residencia, existen circunstancias en las cuales se hace necesario, por ejemplo, la prevención de caídas de una persona mayor. Por lo que, como familiar, debes entender que un cambio tan grande puede llegar a ser aterrador para alguien con edad avanzada, así que el mejor enfoque es tratar de comprender sus razones y ofrecer apoyo psicológico.
Ahora bien, aunque la residencia puede ser una solución viable para la seguridad y el cuidado de los mayores, es fundamental que, de no requerirlo por circunstancias especiales, se respeten sus deseos y se les considere como una persona con necesidades y preferencias específicas.